martes, 29 de noviembre de 2011

11:06

Si esto es estar enamorada, entonces nunca lo había vivido.

Si esto es querer, adorar, extrañar, entonces nunca lo había sentido.

Has derrumbado todo referente objetivo, todo aquel con el que me iba aproximando a lo real, con el que medía la intensidad de mis emociones tratando de hacerme una idea de su grandeza o su imperceptibilidad.

Es la primera vez que pruebo esta pasión, es la primera vez que me siento una niña y una mujer, que río y sonrío, que te pienso y me proyecto, que me engrío y me sonrojo, que te escucho y confío.

Extraño cada segundo tus labios, la forma en la que me miras, la locura en tus abrazos, la tibieza de tu abrigo, la sorpresa de tus palabras, la emoción de verte.

Se detiene el tiempo contigo, se detiene y se vuelve nuestro.

Doy un paso adelante hacia ti, te tiendo mi mano y está en ti el llevarme a tu lado; por mi parte, sólo he de decirte que doy un paso adelante ahora porque quiero que me acompañes en este camino al que llamamos vida, porque siendo la primera vez, debo decirte que si bien no conozco el futuro, que si bien es nuevo todo lo que me haces sentir, debe ser esto lo que realmente es… Quererte tanto.

Salto al vacío con la seguridad de que me sostendrás en brazos sin dejar que uno de mis cabellos toque el suelo, salto al vacío porque no tengo nada que perder en el intento.

Soy de ti, siempre de ti.

Te quiero, en mi vida y parte de mí.

domingo, 20 de noviembre de 2011

14:00

Quisiera que todo sea más sencillo, respirar hondo, cerrar los ojos y hablarte al oído.

Quisiera decirte y callar tantas cosas a la vez, para mantener esa dulzura casi inocente que se dibuja con tu sonrisa.

Quisiera mirarte a los ojos una vez más y para siempre.

Sabrás que no tengo mucho más que ofrecerte, lo poco que no está escrito, lo has visto en mis gestos, en mis risas y en cada escondite de mi ser en donde te guardo.

Atrápame y no me sueltes.

Por favor.

martes, 15 de noviembre de 2011

11:21

Me quedaré esta noche sin hablar contigo,
Sin tu risa, sin tu pelo, sin tu boca,
Tu aliento.

Me quedaré aquí esta noche para soñarte,
Para desearte, para tenerte conmigo,
Acostumbrarme a ti.

Quédate también, clávame esos ojos,
Permíteme ese beso entrañable,
Esos labios perfectos tuyos,
Míos.

(Poemas a mi Desconocido)

viernes, 11 de noviembre de 2011

11:11

Insospechado es que te dedique estos versos,
Insospechado casi como un amanecer sin sol,
Casi como una noche sin luna,
O como un día sin ti.

Invencible como el mapa de tu piel,
O como la pasión de estos sueños,
Prohibido vicio de la sal de mis privaciones,
Anhelo hastío de este frenesí de desidias.

Imposible explicar cuánto te deseo en mi vida,
Cuánto espero que pintes este ocaso,
Que empañes a tiempo estas pupilas,
Y que llenes de tinta azul estos labios dulces,
Impacientes de sonrisas.

jueves, 3 de noviembre de 2011

Cinco Días

Lo instantáneo no borra lo intenso, ni esconde la pasión ni oscurece lo grandioso, lo magnífico, lo precioso. El tiempo no puede ser medida de lo vivido, pues un segundo puede marcarte la vida y un día entero puede no traerte ni quitarte nada. Contigo aprendí a querer sin pensar, a pasar el rato sin mirar al futuro, a saborear la ternura sin respirar la hiel de los encuentros, la sal de tu inevitable partida. Supiste caminar sin dar la media vuelta para evitarnos la puesta en escena del llanto y los abrazos interminables casi nostálgicos. Con tu despedida tocaste en acordes perfectos mi canción favorita, como si la hubieses conocido desde siempre, pero no hubieras querido tener que cantarla nunca.

Te fuiste, nos fuimos y lamentablemente no hay nada en mis manos que pueda remediar esta separación, que pueda ahorrarte el dolor o calmar mi desesperación por decirte cuánto te extraño. Son casi cinco días sin ti y no puedo creer que, por primera vez, no haya tenido el coraje de llamarte. Supongo que es una cuestión de decisiones, y en este caso debo confesar que me ganó el miedo a no obtener respuesta pues las expectativas de escucharte serían altísimas y la decepción de la misma me terminaría por destrozar.

Son cinco días, cinco días que podrían pasar desapercibidos, y sin embargo, cada minuto ha aumentado el peso sobre mis hombros. Cinco días desde tu ausencia, cinco días desde tu última vez en mi vida, cinco días desde que ya no te tengo y pareció una vida el tiempo que te tuve. Cinco días y te extraño más que al tiempo, más que a las palabras, más que a tu misma voz, pues no es la expresión material de tu ser lo que extraño, es tu presencia dentro de mí. Y es que si antes aún en tu ausencia te sentía muy dentro, fue distinta esta despedida sin fecha de retorno. Eres tú quien ha dejado de hacerse presente y por ende soy yo la que, aún sin haber suprimido las emociones, ya no te siente. Son cinco días sin ti y no conmigo.

Cinco días que ya no te siento, cinco días desde que te sentía, no sé si te he perdido, no sé si nos perdimos. Son cinco días y hace cinco días que te pregunto en silencio, ¿dónde estás? ¿Me extrañas todavía?